Después de un largo viaje de 10h en un autobús, que parecía una nevera, por lo exageradamente fuerte que tenia el aire acondicionado, llegué a la ciudad de Merida, al suroeste de Venezuela. Nadie entiende porque los autobuses tienen el aire acondicionado así, pero de lo fuerte que estaba, al respirar podías sacar vaho, y yo, en pantalones cortos y chanclas, menos mal que al ver a la gente con mantas en la parada del autobús se me ocurrió sacar el jersey de la mochila.
Merida es una ciudad de 325.000 habitantes, conocida por la vida universitaria y los deportes en exterior. Es una zona bastante montañosa, a solo 12km se encuentra el pico bolívar, con 5007m de altura. Aquí, en Merida contraté un tour de 4 días a la sabana de "'Los Llanos", que duro del pasado miércoles al sábado.
El miércoles por la mañana tras unas cervezas por la ciudad de Merida la noche anterior, con gente que conocí en el hostel, prepare la mochila y me fuí a la agencia con rumbo a los llanos. Allí me esperaban 2 toyota landcruiser con un grupo de 12 turistas (7 Alemanes, 3 Franceses y 2 Vascos) y 4 guias Venezolanos.
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Tras 12h de viaje en la parte trasera del 4x4, pasando por puertos de montaña de mas de 3600m de altura, llegamos a una zona completamente llana en donde se encontraba el campamento, una zona habilitada con unas 6 casetas, comedor, servicios, y varias habitaciones, en donde no había camas, sino hamacas.
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Era increíble la cantidad de mosquitos que había, llamados zancudos, y el spray antimosquitos que te echas por el cuerpo, yo creo que hasta les gustaba. Con los ruidos que se escuchaban por la noche, si salias de la caseta para ir a la de los baños era porque realmente lo necesitabas, y yo con el estomago mal esa noche, pues te puedes imaginar, ya decían los los guias, es raro que venga un tigre, y se les nota mucho cuando se acercan porque los animales (vacas, caballos, perros y demás) se vuelven locos. Como ellos decían "no te preocupeeeee-is chiiiiiiiiiico".
El jueves por la mañana fuimos a dar un paseo en canoa por por los ríos pantanosos de la sabana, en donde se podían ver iguanas, tortugas y todo tipo de aves.
Uno de los guias de repente se lanzó al agua y salió con una tortuga, la verdad es que viendo la fauna que había por allí, sobre todo anacondas y pirañas cualquiera se tira al agua.
Al regresar con la canoa un niño de 7 años nos trajo una anaconda macho, que son mas pequeñas, solo llegan a los 2m, ya que las hembras llegan a medir 8m.
La siguiente foto es de una anaconda hembra que vimos por el camino de unos 7m de longitud, nos dijeron que un campesino la había matado la noche anterior con un machete, porque se estaba comiendo uno de sus cerdos.
Por la tarde, después de la comida y siesta, vuelta al 4x4 y a pescar pirañas en un riachuelo cercano. Y por supuesto esa noche para cenar pirañas.
En Venezuela anochece sobre las seis de la tarde, así que había que madrugar para aprovechar el día. Antes de regresar al campamento, esa misma noche, tuvimos que esperar un poco a que anocheciese ya que los guias querían coger una cría de caimán, y por la noche es mas fácil ya que se esconden menos y se atontan con la luz de una linterna, uno de los guias se metió al agua y salio con una cría de cocodrilo, ya que los caimanes tienen los ojos en la parte superior de la cabeza y esta los tenia en los laterales.
Al día siguiente fuimos a montar a caballo, Yo era la primera vez que montaba y los guias tampoco te explicaban mucho, y nada mas montarme este empezó a andar y después a trotar un poco rápido, para pararlo, ya que me estaba tirando al suelo, tiré hacia atrás de las riendas, y entre que los caballos venezolanos son pequeños y yo tire un poco fuerte, el guia me dijo, "chiiiiiico no hace falta que le arranques el cuello para pararlo", pero después de esta, el caballo iba suavecito suavecito.
Por la tarde fuimos a Barinas, una ciudad a medio camino entre la sabana Los Llanos y Merida, la ciudad desde donde salió el tour. Nos quedamos en un campamento a 70km de la ciudad, allí después de la cena, unas cervecitas y un par de botellas de ron, uno le tiro un poco de agua a otro y al final acabamos todos a cubos de agua. La verdad es que en el grupo todos nos llevabamos bastante bien, eramos casi todos de edades entre 26 y 32 años, los guias decían que era raro encontrar un grupo en el que no haya ningún problema con nadie y todo el mundo disfrutase.
Al día siguiente fuimos a hacer rafting, la verdad es que es una pasada. Afortunadamente nadie se cayó de la barca, porque viendo las rocas que había en medio del rió, como en un salto te caigas encima de una, ni te cuento. Por cierto en la foto yo soy el de mas adelante a la izquierda.
Esa misma mañana fuimos a ver unas rocas en las que estaban grabados unos jeroglíficos, de la época precolonial, realmente los guias no sabían bien que querían decir.
Este lugar también era interesante porque es aquí donde nacen los Andes, por el norte de sudamerica, y se extienden 7200Km hasta el cabo de Hornos, al sur de Chile,
La mayoría de la gente se quedó en la ciudad de Barina, solo los guias y los 3 Vascos volvimos a Merida, yo iba en el 4x4 con 2 guias, uno chavista a muerte y otro antichavista y en la radio dieron un discurso de Chavez de la campaña electoral para las elecciones autonómicas del 23 de Noviembre, así que os podéis imaginar los 2 discutiendo.
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Los 2 guias tenían unos 26 años, nacidos en Caracas, una de las ciudades mas peligrosas del mundo. Uno de ellos contaba que le toco trabajar la semana pasada en el barrio de Caracas llamado "Petare", considerado como el segundo mas peligroso del mundo, el trabajaba de chofer para el gobierno, y le mandaron a allí para llevar a gente de una organización humanitaria que se dedica a buscar a gente enferma y discapacitada ente la población mas desfavorecida para ayudarles. A el le dijeron que no tendría miedo debido a que iba con esta organización, contaba que les pararon a punta de pistola, los sacaron del 4x4 y al segundo 4x4 que venia con ellos, cuando se acercó a ver que pasaba lo acribillaron a tiros, afortunadamente el segundo coche pudo escapar y a los del primero no les hicieron nada mas que quitarles el 4x4. El guia decía que nunca paso tanto miedo y que al día siguiente le dejo el trabajo a un amigo y se vino a Merida a llevar turistas de tour.
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El otro guia, también nacido en caracas tenia los brazos llenos de cicatrices de navajazos de las veces que se había peleado con los que le habían intentado atracar, el decía "ahora si, si es con una pistola yo me callo y se lo doy todo, pero chico eso si, que no le vea mas por la calle, en mi barrio lo que hacíamos con ellos era tumbarlos en la carretera y pasar con el coche por encima de las piernas, así te asegurabas que en un mes no robaban mas".
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Merida es una ciudad relativamente segura, pero es Venezuela, tienes que tener mil ojos, todavía no he sacado ninguna foto en ninguna ciudad y es raro verlo, cuanto menos aparentes mejor, y si andas por la noche, que es probable ya que anochece a las seis, no lo hagas solo, lleva solo lo justo, llaves del hostel, fotocopia del pasaporte y unos bolivares para gastar.
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Ayer y hoy lunes lo pasare descansando y mañana seguramente subiré al norte para cruzar la frontera hacia Colombia, en donde dicen que es mas bonito, seguro y económico. Esta foto es del hostel de Merida y la niña de la foto es la hija de la dueña.
En Venezuela lo que es casi regalado es la gasolina, como quinto productor de petróleo del mundo, 100 litros de gasolina cuestan 3€ y si es Diesel 2€, a 0.03€ litro de gasolina y teniendo en cuenta que el sueldo mínimo son unos 300€ es un regalo. .
Hablando con la gente de aquí sobre la razón de que se cambiasen en la calle los euros y dolares a el doble de su precio en el mercado y para que los usaban, decían que la mayor razón es para la compra de mercancías de importación, por ejemplo medicinas, si eres diabético es muy complicado conseguir medicamentos en las farmacias, luego los enfermos tienen que comprar dolares a mas de el doble de su valor en el mercado negro ya que no pueden acceder a ellos de forma legal y comprar medicamentos de importación, pasando lo mismo con un montón de productos que aquí no hay. Se dice que el propio gobierno inyecta dolares en el mercado negro para sacar el doble por ellos y la gente con bastante dinero tiene acceso a abrir cuentas en el extranjero con lo cual tiene acceso a dolares, así que su dinero se multiplica por 2 ya que cambiándolos a bolivares saca el doble. Como siempre, los ricos mas ricos y los pobres mas pobres.
Un sitio donde se puede acceder a pié desde allí es "Pueblito", son unos 90 minutos montaña arriba, parecía una caminata tranquila sin mochilas ni nada, pero la cosa se complicaba por momentos, era un camino estrecho entre la selva, con bastante pendiente y cada vez mas abrupto, había tramos en los que mas que caminar era escalar...
Se hacia un poco duro, tu cuerpo no dejaba de sudar debido a la humedad del ambiente, era un poco agobiante, y claro recomiendan ir con pantalón largo y camiseta de manga larga debido a los insectos, pero con esa temperatura y humedad es imposible, así que había que hacer paradas de vez en cuando...
Tras la caminata llegamos a "Pueblito", era un pueblo indígena de unos 2000 habitantes entre el año 500dc hasta aproximadamente el 1600dc, ya que cuando llegaron los colonizadores los indígenas se tuvieron que mover a las altas montañas, en lugares inaccesibles para los españoles.
Este pueblo fue descubierto hace unos 25 años, estaba tapado por la vegetaciòn de la selva, era curioso ver como hacían sistemas de alcantarillado, empedrado de las calles y las llamadas terrazas que eran una especie de muros de contención escalonados para allanar el terreno, ya que estos pueblos se encontraban en las faldas de la montaña. Solo se veían 2 niños indígenas, que tenían un puesto en donde vendían coca-cola y agua, que vamos muy indígenas no eran...
La vuelta del poblado fue incluso peor, porque solo a mi se me ocurre calzar chancletas, así que os podéis imaginar bajando por las rocas, iba frenando con las uñas de los pies...
Decían que la embarcación era totalmente ilegal, ya que carecía de medidas de seguridad, la verdad es que parecíamos inmigrantes cruzando el estrecho, pero pagaban a los militares y no había problemas. La barca te dejaba en Taganga, un pueblo costero en donde he pasado un día relajado, descansando y recuperandome, la verdad es que con las vistas desde la ventana del hostal a uno se le quitan los males.
